Me gusta que hayamos cambiado el tema de nuestros "tomas y dacas" y me gusta que el tema que elegiste sea este.
Sinceramente, me habría gustado estar allí no sólo para poder forjarme una idea más clara sobre el "porque" y el "como" de las protestas, sino también para poder aportar mis propias ideas.
He visto muchas cosas al respecto: una entrevista de intereconomía en la que se reían del olor a porro que allí había y utilizaban las palabras de algunos extremistas para meterlos a todos en el mismo saco, he escuchado a Eduard Punset dar su apoyo a las manifestaciones, al que inició las protestas ante la corrupción del gobierno en Islandia dando también su apoyo, a políticos de izquierdas haciendo suyas las palabras que en la plaza del Sol se escuchaban, a políticos de derechas haciendo exactamente lo mismo... Es sorprendente y paradójico el uso de los medios de COMUNICACIÓN en casos como éste.
Sé que ahora no es la hora de hablar de nuestros intereses particulares, ni de nuestra ideología política, es hora de hablar de algo mucho más básico y de hacerlo pensando de forma global, pensando en los demás. Yo quiero dejar una idea en el aire: Las reglas del juego capitalista no han llevado a esta situación, creo que es hora de pensar olvidando la absurda competición de "ver quien tiene más", es hora de recordar que nosotros junto con el resto de vida que nos rodea y la que vendrá en un futuro es mucho más importante que la idea de poseer, más importante que el afán por recaudar, por guardar, por controlar, por creer ser mejor por tener más. Porque me fastidia escuchar a gente que hace todo lo que sea posible por recaudar dinero o escalar en su posición social, poniendo como razón y causa el darle un futuro mejor a sus hijos. Cuando en realidad lo único que están haciendo es enseñarles a sus hijos que lo verdaderamente importante en esta vida es el poder y las cosas materiales, condenándolos así para el resto de sus vidas a ser infelices, pues hablando de "dinero y poder" nunca se tiene bastante.
Nosotros inventamos el juego... es hora de cambiar las reglas.
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