jueves, 28 de julio de 2011

ENTIENDO, PERO...

- ¿Me cuenta algo de usted por favor?

- Claro. Soy de ese tipo de personas que cuentan hasta cinco antes de decidirse a tirarse a la piscina, a beberse un chupito o a gritar al unísono. Es algo como: “uno, dos… ¡espera! Va, uno, dos y… ¡tres!”.

- Entiendo pero, ¿a qué tipo de personas se refiere?

- Pues no sé, es el mismo tipo de personas que aquellos a los que le gustan clavar chinchetas y odian sacarlas, o que les suelen costar dos intentos el cerrar la puerta del frigorífico. Supongo que soy de esos a los que los pequeños detalles les hacen pequeños.

- Entiendo. ¿Qué quiere decir con pequeño?

- Si, tan pequeño como es el amor para gente como usted.

- Si tan listo se cree, dígame, ¿de qué tipo de gente soy yo?

- De aquellos que sólo hacen preguntas
- ¿Y cree que aquellos que hacemos preguntas menospreciamos el amor? ¿Acaso no son ese tipo de personas las que suelen ser más inteligentes? ¿Por qué iba un grupo de personas inteligentes a no dar valor a algo que se cree que es tan importante?

 - No dije que buscase respuestas. Dije que sólo hacía preguntas. Usted no quiere respuestas, no porque no las necesite, ni por que ya tenga todas las respuestas sino porque tiene miedo de quedarse sin preguntas. Su vida carecería de sentido.

 
-¿Cree acaso saber que siento y que no?

- Quien mejor que yo.

- ¿por ejemplo yo?

- Resulta que los dos somos el mismo “yo”

- Entiendo…

- No, en realidad no entiende.

No hay comentarios:

Publicar un comentario