domingo, 8 de abril de 2012

ME DEJASTE LOS SUSURROS

Tal vez hoy no tenga nada que decir.

***

Porque...
Me dejaste los susurros
y te llevaste las orejas

Me dejaste las caricias
y te llevaste la piel

Te llevaste el borde del cenicero,
y soplaste
llenando de ceniza mi mundo entero.

Cosiste la herida abierta
de la hucha de mi infancia
justo después de haber guardado
dentro
tus sonrisas de sirena y ambulancia.

Convenciste a mis interruptores
de estar siempre apagados
o te llevaste al Sol secuestrado,
o este mundo ya no brilla como antes.
Porque ya no hay polillas en mi mundo
que se acerquen a mis luces

Te llevaste apagones
cargados de orgasmos,
repletos de suicidios de horas de mi tiempo,
llenos de colores...

Te llevaste las tormentas
de abrazos y chimeneas,
de té y limón,
de tus piernas cruzadas en cada escalón.

Las palabras que dejaste en la punta de mi lengua
me empeño en convertirlas en mil poemas
El olor a frutas que dejaste en mi almohada
será el color de mi bandera
Las ausencias que dejaste en mi sombra
no las lleno,
no las llenas
ni con abrigos ni con filosofía tierna.

***

Tal vez hoy no tenga a nadie a quien no mentir.

1 comentario:

  1. "las ausencias que dejaste en mi sombra
    no las lleno,
    no las llenas [...]"
    ¿Cómo llenar algo que no está vacío en absoluto? Yo no sé que hay por esos lugares, pero magia, seguro. Gracias, y otro abrazo (de esos que has mandado primero)

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