jueves, 4 de octubre de 2012

SÉ UN MOTIVO

   Había un mago ambulante que una vez al mes se detenía en nuestra plaza. Escupía fuego, tragaba sables de acero, hacía trucos de cartas y apagaba velas con sus manos desnudas. Era increíble.
  Un día, después de una de sus funciones, me acerqué a él y le dije lo mucho que me gustaba su espectáculo. Luego le pregunté:
            - ¿Cómo eres capaz de hacer todo eso?, por ejemplo, lo de apagar las velas, yo una vez lo intenté en casa y me quemé los dedos.
            - No puedes hacerlo porque aún no tienes un motivo
            - ¿Un motivo?, ¿Para qué?
            - Hijo, no hay ningún secreto, me quemo tanto igual que tú, el truco está en aguantar el dolor. Es la única forma de recibir unas monedas y poder dar de comer a mis hijos. Por eso soy capaz de hacerlo. Si quieres hacer magia, busca un buen motivo.

   Así, después de aquello supe, que aunque aún no te conociera, no habría mejor motivo que tú. 

   Busca un motivo. Sé un motivo

2 comentarios:

  1. No se equivocaba...si la clave de todo está en sufrir del dolor para que después venga algo mejor y que todo eso haya valido la pena, ¿no?

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  2. No creo que se equivocara... y si se equivocó, tuvo un buen motivo para hacerlo.

    Gracias por comentar :)

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