jueves, 21 de febrero de 2013

VIDEORELATO: "PREFIERO ESTAR SOLO A ESTAR SIN TI"

   Un nuevo videorelato, basado esta vez en un puñado de palabras que escribí hace ya un tiempo. Sobre las  crueldades del ayer, aquí os lo dejo: 


   El relato AQUÍ

jueves, 14 de febrero de 2013

DENTRO DE UNA CHISTERA. CAPÍTULO VI


     - ¡Tio Rodri! – Iván le dio el cálido abrazo que se espera de alguien al que sólo le quedaba esa familia. Notaba a su tío aún más abstraído de como lo recordaba, tenía el pelo más canoso y, como casi todos los que estaban en el campamento, parecía un mendigo con las ropas agujereadas y sucias. A pesar de todo eso no le faltaba nunca la sonrisa despreocupada que le caracterizaba.
- Iván, me alegro de que estés bien, envié a Whisky a buscarte – Dijo señalando a Ron. – y no creí que llegara a encontrarte. Pero mírate, a la trigésimo octava vez, va la vencida, ¿no dicen eso?
    - Pero… Ron, ¿me estabas buscando? – Preguntó desconcertado
    - Si, pero no podía decirte nada, Maese me dijo que no desvelara nada hasta que él no confirmase que eras al que buscaba.- Luego imperó a Rodri que andaba jugando con un par de engranajes – Lo que nunca me dijo es que eras su sobrino, ni tan siquiera que se llamara Rodri.
    - Nada mejor que una guerra y la muerte de todos cuantos conoces para poder cambiar de nombre a tu antojo, además, maese suena más apropiado – Dijo entre risitas sin apartar la vista de los engranajes con los que se entretenía.
   Iván que empezaba a verlo todo más claro, desde la amabilidad de Ron al conocerlo, hasta la coincidencia de que se lo cruzara tan cerca de la casa, terminó por preguntar:
    - ¿Qué más te dijo mi tío de mí? ¿Y por qué yo no estoy afectado por la pulcra?
    - Me convenció de que eras una especie de elegido, y ahora veo que tan solo quería que fuera a rescatar a su querido sobrino… - El ceño de Ron comenzaba a arrugarse a medida que su enfado iba en aumento.
   Maese Rodri sacó al escucharlo una botella de agua medio llena y dijo:
    - Whisky, mira, lo líquido no quita lo transparente – Dio un trago a la botella
    - ¿Qué quiere decir con eso maese?
   Iván aún estaba sorprendido de la amabilidad y el respeto con el que un hombre tan rudo como aparentaba ser Ron, trataba a su tío Rodri, sin contar con eso de llamarlo “Maese”
    - Que sea mi sobrino no quita que sea el único que hayas visto limpio de la pulcra, ¿verdad?  Dejémonos de conversaciones que no nos llevarán a ningún lado, tenemos que prepararnos para cuando llegue Ratón – Miró un reloj de arena diminuto – Si la puntualidad le es tan apropiada como su mote, estará al caer.
  Maese Rodri hizo un gesto para que se sentaran a su lado, y a pesar de parecer reticentes a hacerlo, terminaron por sentarse en el suelo. Luego se dio la vuelta y amontonó cuidadosamente un puñado de tornillos y arandelas que tenía esparcidos a su alrededor. Mientras lo hacía, Iván pudo darse cuenta de que su tío también tenía manchado el antebrazo, él también padecía de la purga. Cuando Maese Rodri se dio cuenta de que miraba su antebrazo le dijo:
    - Yo mismo lo elegí, sabía lo mismo que sabes tú ahora, y aún así decidí permanecer lejos de aquella habitación, sólo fue una malinterpretación de lo que escribió tu abuelo, pero eso es otra historia y ya tenemos a Whisky con los ojos lo suficientemente abiertos como para que encima le sorprendamos con cabos, que por otro lado, aún nadie ha sabido donde atar. – Miró con una sonrisa burlona a Ron, que permanecía impasible, sólo su bigote se movía de vez en cuando, inquieto. – Bien, Iván, te contaré que vamos a hacer ahora, Ratón ya está al tanto de todo lo que te voy a decir, y en cierto modo, será tú guía. – Rodri dio un saltito con el culo y después preguntó ilusionado de sobremanera. – ¿Te importaría si comienzo por el final? – Iván que empezaba a recordar el cómo era su tío, asintió incómodo - ¡Bien! – Luego Maese Rodri se quedo inmóvil, sin articular palabra, completamente en silencio. Ambos oyentes se miraron extrañados y después de unos segundos, Ron, preocupado terminó por preguntarle si estaba bien, Rodri respondió:
    - Claro que estoy bien, sólo empezaba por el final, cuando no haya más que silencio y todos hayamos muerto. – Ahora sí, el impasible Ron se removió incómodo.
    - Tío, ¿podrías saltarte esa parte?
    - Claro, bien, antes de eso alguien sabrá donde atar ciertos cabos que tu abuelo, Iván, se dejó sin explicar. Antes de eso, ese alguien habrá conocido a una orden hacia la que, justo antes, habrá partido para encontrar siguiendo las instrucciones de un ratón al que le falta olfato pero le sobra valor. No sin antes sortear algunos peligros como bostezos de nuestro hogar o un puñado de patas corriendo por dar bocados. – Tío Rodri los miró expectantes, esperando que le aplaudieran. – Os he dejado de piedra, lo sé – Terminó por decir.
   De lo poco que había contado Tío Rodri, lo único a lo que Iván había encontrado algo de similitud con el mundo real era a la orden que mencionó, así que le preguntó a que se refería con ello.
    - La orden, bueno, en realidad no es una orden, al menos no lo es aún, son varias personas que saben de lo ocurrido, saben que provocó la pulcra, la guerra y el odio. Saben que está naciendo a nuestro alrededor y esperaban que esto pasase, algunos incrédulos, otros ciegos por exceso de fe. Sea como sea, son quienes pueden responder al que pasará ahora y porque tú estás limpio. Tal vez, algunos de ellos lo estén también. – Era increíble ver como Rodri era capaz de pasar con tanta rapidez de una conversación coherente a otra totalmente excéntrica.
   Ron, que hasta entonces había permanecido en silencio, terminó por preguntar:
    - ¿A qué se refiere con lo que está naciendo a nuestro alrededor? Hoy en día, poco o nada nace a nuestro alrededor, no hay más que muerte
    - Whisky, estás viviendo el nacimiento de algo sorprendente…
    - ¡Y una mierda! – Le interrumpió Ron - ¡Vaya a contarle sus milongas a las familias que anoche salieron del campamento para enterrar a alguno de los suyos! – Su tono de voz iba creciendo en indignación - ¡¡Dígales que la razón por la que las fosas cada vez tienen que cavarse más profundas es que está naciendo algo sorprendente!! – Ron se levantó y salió de aquel agujero en la roca gruñendo y escupiendo gritos ininteligibles. Rodri no había perdido la sonrisa en ningún momento y a pesar de que lo disimulara muy bien, se podía ver en sus ojos lo afectado que aquellas palabras lo habían dejado.
    - Tío, tengo que preguntarte algo. He leído todo lo que el abuelo dejó escrito y en uno de sus textos llega a la suposición de que todo esto ya ocurrió una vez, de que ya pasamos por esto y cometimos un error, lo enterramos en nuestro pasado y por eso ahora vuelve a ocurrir ¿sabes a que se refería? – Aprovechó que Ron estaba fuera y no estaría escuchando.
    - Supongo que se refería a que le dimos la espalda, a que actuamos por miedo y nos escondimos de aquello que desconocíamos, lo transformamos en leyendas, cuentos para dormir, o para asustar, y en metáforas de cualquier cosa que tuviésemos la impresión de dominar. Eso fue lo que hicimos y lo que ahora debemos de evitar hacer con… - Se escuchó un ruido bajo el suelo y Rodri se dio la vuelta saltando como un resorte. – ¡Ya voy, ya voy! – El ruido, que sonaba como el golpe de unos nudillos contra la madera, se volvió a escuchar. – Rodri apartó el escritorio cojo, arrastró con el pie todos los mecanismos que había amontonados a un lado y dejó ver un tirador. Lo cogió y empujó con fuerza, se abrió una trampilla, y al hacerlo varios diminutos mecanismos rodaron a su interior haciendo gruñir a alguien.
   Bajo la trampilla había unas escaleras que se extendían hasta más abajo. Iván que se había levantado vio como de su interior apareció una joven tosiendo, con el pelo alborotado y unos ojos grandes y curiosos que se clavaron, aún entrecerrados, en él.
    - ¡Listo majadero!, ya he encontrado la salida. – Replicó con una voz chillona y aún entre tosidos. Tenía el pelo corto y moreno, vestía unas ropas de cuero ceñidas a su delgada envergadura y unos guantes recortados. – Pero vosotros seguid a lo vuestro, como si no hubiese entrado nadie de un agujero en el suelo, y tú, cierra la boca o se te acabarán colando tuercas y engranajes. – Se burló de Iván mientras se quitaba uno de los diminutos mecanismos del pelo.
    - Esta es Ratón, será tu guía, y antes de nada… por dónde iba…- Rodri se rascaba la cabeza sin dejar de sonreír tan atontadamente - ¡Ah, sí!... lo que ahora debemos de hacer es evitar actuar como lo hicieron antes, no debemos de temer a lo que escondimos, no debemos temer a la magia – Sonrío más ampliamente.




sábado, 9 de febrero de 2013

VIDEOPOEMA - LA REVOLUCIÓN DE LOS PERDIDOS

  
   La revolución de los perdidos ha llegado hasta tu acera, hasta tu plaza y no se irá de allí hasta convertirse en marea. La sangre de nuestros derechos ha llegado hasta el mármol de nuestros suelos, donde quiera que estés, quien quiera que seas, si estás escuchando estás palabras has de saber que la revolución sin ti es imposible, tú eres sus alas.

   Hemos soportado vacíos tan anchos como creyeron que era nuestra ignorancia, hemos aguantado vilezas, nos hemos creído mentiras que no cabrían ni en la más abierta fé, nos hemos cansado cuando ni tan siquiera hemos empezado. Hemos visto a más de uno y a más de cien echados de su hogar a golpe de talonario y pocos escrúpulos, hemos escuchado noticias de suicidios, gritos desesperados y demás aberraciones sin derecho, ni sentido, ni color… se acabó la época de los minutos de silencio, se acabó el esperar a que todo esto lo arregle el tiempo. Se acabó el levantar muros y fronteras entre tú y tu voz, dejemos atrás el tiempo en el que se nos trataba como el charco donde otros siempre han pisado. Movámonos, volvamos a ser lluvia, volvamos a ser uno como ya lo fueron los que pisaron esta tierra antes. Nos toca a nosotros, se nos ha pasado el testigo para que corramos con él y no nos hemos movido ni un palmo, creo que ni tan siquiera sabemos donde están nuestros pies… pero hoy tenemos la oportunidad de cambiar eso, tenemos la oportunidad de aferrar con fuerza nuestro destino y creer que somos uno más, no uno menos como daban por hecho. Sabed que sólo hay dos lugares donde podemos llevar nuestra revolución: uno son las calles y el otro… eres tú.

   Lo vamos a hacer no por nosotros, no por nuestra libertad, ni por los que lucharon por nuestra democracia, nuestro voto, valores y demás principios… lo vamos a hacer por no caer en el precipicio que sería responder con un “No sé” a la pregunta que seguro nos harán los que vengan, pues nos preguntarán: “Y tú, abuelo, ¿Por qué no hiciste nada para intentar cambiar el mundo?”

   Hago un llamamiento no sólo a vosotros y vuestras fuerzas, hago un llamamiento desde el blanco de este papel al blanco de cualquiera de vuestras pancartas, hago un llamamiento a la poesía, a la pintura, la música, el teatro, el cine y demás artes para que aviven nuestras ganas. Hago un llamamiento a los profesionales dedicados a la palabra para que nos den voz, en televisión, radio o internet, en definitiva, allí donde nuestros gestos no llegan. Hago un llamamiento al viento, para que se lleve estas palabras de silencio en silencio, de indiferencia en indiferencia, de costa a costa, y por donde vaya levante, primero el vello y después a las personas. Por último te hago un llamamiento a ti, al que estás escuchando, a tu corazón: prepara tus latidos porque esta es ¡¡tu revolución!!