viernes, 28 de junio de 2013

TIRANTES HILOS LOS QUE NOS AHORCAN



Tirantes hilos los que nos ahorcan,
gruesos son los nudos de las corbatas
que nos confiscan bienes y libertades,
de acero parecen estar hechos los libros que no se leen
y de vacías promesas parece estar cargado el tiempo que tus curvas no entretiene


Y es que mi universo cojea
desde que no dejas la ventana de tu habitación abierta,
ni yo puedo volar cual Peter Pan,
desde que decidí que a partir de ya me iba a gustar la cerveza
e íbamos a ir a charlar de bar en bar

Cojea mi universo
y es que le faltan tus dolores de cabeza
tus formas reflejadas en mis espejos,
los despistes que hacían que nos perdiéramos a mitad de camino,
los versos medio escritos
y tus ratitos de silencio… esos con los que sólo con pentagramas se podía conversar

Días nublados,
 mil colores mecidos,
   sueños de pies al mar,
     amores y risas distraídos
        huérfanos de la saciedad,
           rescatados de la pobreza        …sin que nadie los controle
        de arrebatos y sinsabores,
     de cabreos que son reyes
    sin reinos ni realeza.
  Miradas y temblores
como una flecha…

Me he caído
y mis rodillas han probado el suelo,
les he preguntado si hay algo que hayan aprendido
y ambas me hablaron de amor,
de tardanzas y atajos,
me hablaron de hoy
de que ser un ayer o un mañana
es locura de pájaros cuerdos,

como quien se deja impresionar por una corbata.
o sale a pasear creyendo que esos hilos,
tensos,
no le van a ahorcar. 


sábado, 15 de junio de 2013

TE LLAMO

Te llamo, hoy me gustaría
sacarte las cosquillas y hacerles el amor.
Después salir con ellas a emborracharme
a sitios
que nunca ha visto el Sol.
Partirnos la agenda y los tiempos a golpe de infancia.
Decirle que no al primer chino que quiera vendernos una flor
y comprarle el ramo entero al que nos venga hablando de amor.

Que desayunemos un amanecer para uno
pero nos lo comamos los dos.

Dejar de rimar, mirar tus antiguos mensajes de ya-no-me-acuerdo que red social.
Sonreír, palidecer la noche que parecía gris y creerme perdido entre tanto “si”.
Luego quiero encontrarte, te vuelvo a llamar a las tantas y no respondes
te quiero aquí, te quiero llorar, oírte partir
y después
dejarte marchar.

Para que me quiero a mí, si te tengo a ti.

A mí la poesía nunca se me dio bien. Soy más de hacerte llorar, de aprender a consolarte recordándote que siempre hubo heridas más grandes. Como si quisiera calmarte enseñándote los dientes.

Te vuelvo a llamar pero no me lo coges
seguro que tú siempre hacías el amor pendiente del móvil,
prefiriendo los “te quiero” online
y los gemidos, siempre, fuera de cobertura

Me desquicio y cierro el puño. Hoy voy a pegarle al viento hasta que me traiga el cielo que nos prometió. Grito y si no me entiendes, pues ladro. 

Suspiro y pienso: “Hagamos de corazón un puñado de tripas”. Salgo y me lanzo a la primera que me ve, le hablo de lo bonito que encierra en sus ojos, le invito a la copa que yo no me bebo, la saco a la puerta del antro a contar las estrellas que nos deje ver la luz de las farolas. Le hablo de sus labios, de su piel, de lo suave que es y de lo mucho que te echo de menos… la llamo por tu nombre, le digo quien eres, le hablo de lo fácil que es morirse por ti y de lo difícil que es vivir contigo… 
y cuando quiero acordar, ya no está. 
Se fue.

Te vuelvo a llamar. No me lo coges y siento: "hoy antes de dormir, seguro que  la sal me llega a los labios"

Lo he intentado todo y no hay manera
no hay forma de encontrarte… a este paso
empezaré a buscarte.