sábado, 24 de agosto de 2013

MIR-ARTE


Sin marcos que nos encierren, ni adornos que nos distraigan
sin ni una flecha clavada por ningún ángel con síndrome de abstinencia,
sin hacer caso de los gritos ni ser víctima de las modas,
sin parecerlo, ni serlo.
Estamos solos, siempre solos.

Novatos en la astucia de doblar las esquinas sin recordar heridas,
mediocres disimulando eso de que no sabíamos dónde se escondía la salida
- de emergencia -
paralela a la desmedida que suponía no poder desayunar tus curvas
para contarle al hambre cuentos de princesas.
Con la única certeza de saber que siempre vivió un guión dormilón
en los ojos de quien fuera a mir-arte.
Y suponiendo que el esfuerzo consistía en caminar solos, siempre solos.

Más que titulados en anestesiar la noche
dejarla en punto y coma y seguir bebiéndonosla,
expertos en desaires y aspavientos
decidimos montar nuestra propia nave
y hacer un viaje sin billetes, ni marineros, ni patrón.
A cien por hora y el teclado, bajo tu falda, fingiendo ser viento.
Sin movimiento y solos, siempre solos.

Jinetes de más de mil grados galopando por nuestras venas.
Pasando estaciones enteras bajo el lento devenir de nuestros parpadeos.
Balanceándonos en un segundero cada vez más obstinado,
cayendo en la cuenta de restar
estr-ellas a la noche
y de sumarle velocidad al viaje.
Recitando poesía marcha atrás, con el final siempre en el sabor de nuestros dedos.
Haciéndolo en voz baja, no muy alta, siempre a la altura de tu cintura.
Pero siempre solos.

Solos
Solos todos
Como marionetas de algodón con hilos sin madeja.
Como un gato sin noche
Como una esquela sin nombre
Como un camino sin Roma
Como un candado sin París
Solos
Como volver a casa sin ti

y escribir

domingo, 4 de agosto de 2013

SE HIZO CONDENA TENER QUE ESCRIBIR ESTE POEMA




Que sea sin miramientos
hagámoslo a quemarropa,
y por una vez hagámoslo literal

Que este mundo se arrepienta de girar en torno a otra estrella que no sean tus ojos. Que tengan que pesar más de un quintal los alzacuellos que nos espíen.

Convirtamos a la madrugada en nuestra cena
hagámoslo lento
y paremos el tiempo
sólo cuando estemos ebrios

Sintámonos como dos alas del mismo estrépito
quitémosle cuerda al bolsillo y ahorquemos con ella a nuestros sentidos
desojemos orgasmos que siempre acaben en un si
sostenido
hasta el infinito de tus gemidos

Sin lugar para las dudas
olvidémonos de la cama
buceemos entre nuestros buenos sueños
que si nos ven
tomen nota

Atemos suspiros y conspiremos contra todo aquello que nos une.
Cómplices del entusiasmo, abramos abrazos cada vez que el calor se mude a nuestras manos.

Tendámosle una trampa al pecado
y hagamos que se sonroje

Nada de baladas,
la música la hacemos a gritos
los preliminares los colgamos por ilícitos
a cada segundo un altar
a cada altar media sonrisa robada,
a cada sonrisa una razón para escribir baladas
haz las cuentas.

Apaguemos la luz y demos la bienvenida
a las sombras de tus curvas,
echemos de menos a los colores
y desboquemos al verano haciendo que vuelvan a salir las flores

Y recuerda nuestro pacto:

No paramos hasta que las sábanas supliquen ¡poesía!