sábado, 5 de mayo de 2018

LA PREFIERO MUERTA


Apuesto por cavar nuestra propia tumba.
Traernos flores, hacerla espaciosa y profunda,
medirnos, darnos unos centímetros de más,
por lo que pudiera pasar,
escribir un epitafio provocador al que no tengamos
la intención
ni los cojones
de honrar.
Morirnos, palmarla, pudrirnos, criar malvas
y después,
llorarnos.
Echarnos en falta,
perdonárnoslo todo,
y, sabiéndonos huesos y gusanos,
amar lo que éramos, incluidas nuestras miserias y nuestros puños cerrados.

Inertes, consumidos,
febriles, desiertos oscurecidos.
Yo prefiero al muerto decente
que al vivo que se caga en tus muertos
y en los míos,
y pasea a cara descubierta,
a manos repletas de ases y partidas resueltas
al que sonríe a aquello de "si quieres puedes"
y él...
él quiere a tan pocos…

Prefiero al que se sabe tierra, zarza, germen, génesis, salvaje que muerde, grita y araña
al que se sabe abono, un perdido granito de arena viviendo entre montañas
al que se sabe el silencio de una orquesta, desayuna ahoras y le importan una mierda los mañanas.

Latidos de más,
argucias,
arrugas mal disimuladas…
Los prefiero muertos,
a los vivos ya los sufro en silencio.
Yo, los prefiero muertos
amigos del hambre, la enfermedad y del paso cojo del tiempo
los prefiero tristes, amargos, derrotados y solos,
sobre todo, solos.

Estoy harto de vivos, presentadme a alguna muerta
a alguna experta en conservar secretos en cubierta
que se sepa todos los clichés y prefiera la calma
a la mayoría de las tormentas que habitan sábanas
de franela
que prefiera risas a respuestas
Pero muerta, por favor
y fría, bien fría
y que haya que hacer filigranas para escucharla latir,
Bien muerta, por favor
que no dé nada por sentado
y cueste mucho sorprenderla
que baile sólo cuando nadie mire
que cueste sostenerle la mirada
y no tema saltarse las leyes
Bien muerta, por favor.

O si no muerta,
al menos,
que haya muerto un par de veces,
que mire como sólo lo hacen los que saben que para sostenerle la mirada a la vida
antes que hay que romperse las manos y la cara
que para sostenerle la mirada a la vida
antes hay que ser espiga, marea, grillo y semilla
que para sostenerle la mirada a la vida
antes hay que conocerla, saberla ajena, esquiva…
y, en fin, 
que para sostenerle la mirada a la vida
antes hay que darla por perdida.

 

2 comentarios:

  1. Tío me gusta mucho como escribes. Disfruto especialmente con aquello que cuentas y confieso que cuando tengo un ratito, en el metro o algún minuto muerto, aprovecho para leer lo que compartes con nosotros. Me encantaría que publicases más regularmente pero... mientras no haya entradas nuevas, seguiré dándole un buen repaso al blog. Un abrazo!

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    1. Muchas gracias y, no te preocupes, que la irregularidad se cura con el tiempo :)

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