viernes, 7 de febrero de 2014

EL VIENTO SOPLA. ELLA INSPIRA


Abro la puerta y salgo fuera.
El viento sopla. Ella inspira. El resto qué más da.

Hoy he ido a pasear
callejuelas, lluvia, una Luna tímida y creciente que casi no está…
Al salir olvido el móvil, el paraguas y respirar.
Así que vuelvo a casa sin amigos en el bolsillo,
oliendo a nube y desahogado,
como un niño.
Antes de llegar a casa pensé en lo fácil que sería huir de todo
excepto de ti.
Pero no quiero hablar de eso ahora
no quisiera insistir,
no me gustaría ser estribillo.
No me apetece tener que,
simplemente decir,
lo que debería gritar.
No me atrevo
a hacer que tengas que leer
lo que deberías oír.
Así que, mejor lo olvido.

Llego a casa.
Todo es distinto

Me pregunto quién coño ha llenado el espejo de la entrada con mis miedos.
Quién coño se ha metido en la cama y se ha olvidado el corazón dentro.
Quién ha llenado el periódico de mentiras y los sueños de dinero.
Quién ha agujereado mi chistera y se ha comido al conejo que vivía dentro.
¡Quién!
Quién ha vaciado la tele
Quién se habrá entretenido en llenarme los cajones con relojes de arena
Quién me ha metido en la cartera preso y sin cadenas
¡Quién!
Quién ha llenado esto de fotos nuestras
Quién se ha dejado la puerta abierta
¡Joder! si es que huele a poesía muerta

Voy a cerrar la puerta,
no quiero que aquí vuelva a entrar cualquiera
y se pregunte eso de:
Quién
Quién soy, y quién era.

Abro la única ventana a ver si esto se ventila.
El viento sopla. Ella expira. El resto qué más da.  

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